El lunes 22 de junio se ha presentado el estudio del impacto de la COVID-19 sobre el ecosistema del deporte español en la sede del Consejo Superior de Deportes. El trabajo es una iniciativa de la Asociación del Deporte Español, la Fundación España Activa y el Consejo Superior de Deportes. El estudio abarca a 631 entidades deportivas y engloba a 4,3 millones de personas, en el estudio no se incluye el ecosistema de LaLiga ni los clubes de fútbol profesionales. La Sociedad Española de Economía del Deporte es una de las entidades colaboradoras del trabajo. La pandemia de la COVID-19 ha provocado un impacto negativo sobre el ecosistema del deporte español con una previsión de pérdidas valoradas en 4.616 millones de euros. El ecosistema deportivo genera, para los autores del estudio, una actividad que, en condiciones normales, hubiera significado un valor de 12.000 millones de euros. Sin embargo, tras la aparición de la Covid19 y el posterior confinamiento, se calcula que la cifra de negocio del ecosistema del deporte español pasará a ser este 2020 de 7.400 millones de euros, es decir, un 38,5% menos de lo previsto antes de la pandemia. Las principales conclusiones del estudio se estructuran en tres apartados según que se refieran a las percepciones manifestadas por una muestra de agentes del sistema deportivo, la medida del impacto social centrado, especialmente, en la práctica deportiva y una aproximación a determinados aspectos económicos y financieros. Percepciones sobre el impacto de la crisis de la COVID-19:

• Los encuestados señalan, como principal aspecto relacionado con la crisis sanitaria y económica, la necesidad que el deporte sea declarado ‘bien de interés general’ (72,3%), seguido por el incremento de la presencia del deporte, sus valores y beneficios (69,3% de los entrevistados).
• Las tres acciones más citadas como elementos clave para mitigar los posibles efectos de la pandemia son, respectivamente, los ajustes en la previsión de ingresos (señalado por el 64,7% de la muestra), la adaptación de calendarios y servicios ofertados (62,3%), y la exploración de nuevas vías de ingresos (56%).
• Por lo que respecta a las oportunidades que el nuevo escenario plantea, las más apuntadas han sido: poner en marcha nuevos programas de actividades (59,6%), redefinir la visión y planificación estratégica (58,5%), y generar nuevos formatos y modalidades de servicios (56%).

Impacto social del ecosistema del deporte en la práctica deportiva:

• Según el estudio, en 2019, había un total de 9,5 millones de personas con práctica deportiva estructurada en España. Tras la COVID-19 se estima que esa cifra se reducirá a 8,1 millones de personas, es decir, un 14% menos.
• Las grandes perjudicadas de esta reducción de la práctica deportiva serán las federaciones deportivas autonómicas. Según el estudio sufrirán una disminución del 155%, al pasar de los 801.435 federados en 2019, a los 314.273 este 2020. Por su parte, las federaciones estatales sufrirán una reducción del 42,2%, al pasar de 1,96 millones de federados en 2019, a los 1,38 millones.

Información económica y financiera sobre los efectos de la COVID-19 en los agentes del deporte:

• Las federaciones autonómicas también serán, proporcionalmente, las que más acusarán económicamente el impacto de la COVID-19. Su caída de ingresos se ha calculado en un 77%. Los 37,73 millones de euros que se habían presupuestado para este año se transformarán en un ejercicio con pérdidas estimadas de 8,86 millones de euros. De todos modos, en términos absolutos, las empresas vinculadas al deporte serán las que mayor pérdida experimentarán, de los 420 millones de euros presupuestados para este 2020, el importe de las pérdidas calculado se sitúa en 181 millones, lo cual supondrá una caída del 57%.
• Los deportistas también se verán afectados por la COVID-19. Se prevé un retroceso en sus ingresos del 31%, al pasar de los 19,5 millones previstos antes de la COVID-19, a los 13,5 millones de euros en que se ha estimado que quedarán a causa de la pandemia.
• Por lo que respecta al empleo, el estudio cifra una caída del 31% en la pérdida de puestos de trabajo, rompiendo de esta manera una tendencia positiva que se estaba produciendo durante los últimos años.

En el siguiente enlace se puede acceder al informe completo del estudio.