SEED - Sociedad Española de Economía del Deporte

Intervención del Prof. D. José María Otero Moreno en su acto de homenaje 

  13/06/2018 06:30 Noticias de interés,Noticias de la SEED,Opinión


Muchas gracias a los responsables de este acto, a todos los que de una forma u otra habéis contribuido al mismo, y a todos los que me honráis con vuestra presencia. A la vez que honrado y agradecido, me siento algo sorprendido porque desde que me jubilé hace casi 6 años no he mantenido ningún contacto de tipo profesional. Por exigencias del protocolo tengo que dirigirles unas palabras, así que me limitaré a intentar transmitirles algunas experiencias que tuve la oportunidad de adquirir durante los cinco o seis años en que orienté mi actividad profesional hacia la economía del deporte. A finales de la década de los años 90, después de haber dedicado varios años a desarrollar y dirigir un Sistema de Análisis y Estadística del Turismo Andaluz (conocido por SAETA), el Consejero de Turismo y Deporte de la Junta de Andalucía me dijo: “ahora le toca el turno al deporte”. Y así fue como comenzamos un proyecto que se concretó con la creación del Observatorio del Deporte Andaluz (ODA), del que fui promotor y primer director durante varios años. El estado de las estadísticas del deporte en España hacia finales de siglo pasado. ¿Cuál era el estado de las estadísticas del deporte en España y su entorno a finales del siglo pasado? Voy a resumir mi punto de vista en cuatro puntos:
  • Se carecía de estudios sistemáticos sobre la incidencia económica del deporte, no solo en España sino en nuestro entorno geográfico, a pesar de que su peso como sector, o industria, era cada vez más importante (entre el 1,5 y el 3% del PIB, y alrededor del 1,5 % del empleo sin contar los voluntarios, según estudios realizados en diversos países europeos). Estábamos aún lejos de conseguir la elaboración de las cuentas satélite del deporte siguiendo las recomendaciones del Sistema de Cuentas Nacionales. Este objetivo ya se estaba alcanzando a escala nacional e internacional en el campo del turismo bajo el patrocinio de la OMT, pero en el caso del deporte se carecía de iniciativas institucionales de similar calibre.
  • El deporte, como es sabido, presenta importantes sinergias con sectores tales como la educación, la salud y el turismo. Todos estos sectores, y en particular el turismo, venían siendo objeto de un creciente interés desde la perspectiva estadística. Sin embargo, los estudios económicos de estos sectores, en su relación con el deporte, carecían de sistemática y de armonización.
En el caso del turismo, me refiero, a los estudios sobre los impactos económicos de los eventos deportivos y a la evaluación económica del deporte turístico, cuya importancia para el desarrollo local es tan relevante. Por una parte, no existía un modelo metodológico de aceptación general para la evaluación de la incidencia económica de los eventos deportivos, por lo que analistas diferentes podían llegar a resultados distintos, dependiendo del enfoque adoptado y de los elementos de información que hicieran intervenir en el análisis. Por otra parte, el turismo deportivo, cuya importancia cuantitativa en el turismo total se había llegado a estimar en estudios internacionales en más de un 50%, no era objeto de análisis sistemáticos. Solo existían estudios aislados, como el caso del turismo de golf en la costa andaluza de Cádiz y Málaga del que existía alguna aproximación. Tampoco se elaboraban sistemáticamente indicadores de la incidencia del deporte sobre la salud. Y en cuanto a la relación entre deporte y educación, resultaba paradójica la inexistencia en España de estadísticas sobre los hábitos deportivos de los menores de 16 años, es decir, el deporte en la edad escolar.
  • No existía información sobre los diferentes aspectos relacionados con la organización y la gestión del deporte en los diversos ámbitos deportivos, tales como los colegios, las universidades o los centros de trabajo.
  • El deporte se empezaba a contemplar en muchas instancias como un instrumento en las políticas de inclusión social y de prevención de la delincuencia juvenil. En Inglaterra, Sport England comenzó a realizar análisis sistemáticos sobre todo este tipo de incidencias sociales del deporte, basándose en sistemas de indicadores estadísticos especialmente diseñados para tales fines. Sin embargo, la incidencia social del deporte era otra asignatura pendiente del sistema estadístico español.
Con este panorama, en Andalucía, El ODA puso en marcha estudios sistemáticos relacionados con casi todos los aspectos mencionados. En el caso de la incidencia económica del Deporte como sector, los estudios realizados presentaron un carácter pionero en España. Los resultados de todos estos estudios realizados entre 1997 y 2003, tanto en lo que se refiere a los impactos económicos como a los indicadores sociales del deporte, fueron publicados por la Consejería de Turismo y Deporte en diversas monografías y una síntesis de los mismos aparece también recogida en una publicación de 2003 de la Consejería de Turismo y Deporte, titulada: El Deporte andaluz en cifras. 2002. Los resultados No es el momento ahora de exponer resultados concretos; ni siquiera de comentar las dificultades metodológicas que presentaron algunos estudios, pero permítanme resaltar algunos aspectos relacionados con nuestra experiencia en estas tres áreas:
  • La estimación del impacto económico del deporte entendido como sector económico, siguiendo las recomendaciones de las cuentas nacionales, del SNA93 (Sistema de Cuentas Nacionales publicado por diversos organismos internacionales en 1993, que reemplazaba al SNA68) y del SEC95 (publicado por Eurostat en 1996), constituyó una de las tareas más arduas y complejas que recuerdo haber llevado a cabo en toda mi carrera profesional.
Como económetra, yo era un usuario de datos y estaba acostumbrado a su tratamiento, pero personalmente no tenía experiencia como elaborador de datos. Aparte de los complejos problemas metodológicos que hubo que abordar, se presentaron otras dificultades de índole institucional, de organización y logísticas que aquí omito. Estas dificultades pudieron superarse gracias, entre otras cosas, al celo del coordinador de estadísticas económicas del ODA, Fernando Isla, profesor de esta Facultad, que puso todo su empeño en la tarea y no daba un dato por perdido. Ahora, cuando rememoro todas estas dificultades con la perspectiva que proporciona el tiempo, me viene a la memoria aquel aforismo que decía algo así: “y culminaron el proyecto porque cuando lo emprendieron no sabían que era una tarea imposible”. Los resultados de este estudio económico se publicaron en una monografía de la Consejería de Turismo y Deporte del año 2000, titulada Estudio Socioeconómico del Deporte en Andalucía 1998-99. Un par de resultados del estudio económico a destacar son los siguientes: -Estimamos una participación del deporte en el PIB andaluz del 2,6% del PIB. En cuanto al empleo, en el caso andaluz se estimó en el 2,1% del empleo total, sin contar con la aportación de los voluntarios, cuya cifra es del mismo orden que la de los empleados. -Cuando se habla de economía del deporte la mayor parte de la gente piensa ante todo en los negocios relacionados con el deporte de élite. Se suele creer que el mayor peso de la economía del deporte está en el pago de los derechos de emisión, los patrocinios, los pagos de los espectadores, etc. Aunque el dinero generado por el deporte profesional, las competiciones internacionales, etc., representa cantidades importantes, y cada vez mayores, constituye, sin embargo, una parte relativamente pequeña del flujo económico generado por el deporte. Es el deporte con fines recreativos, el que genera los flujos financieros más elevados.
  • La segunda área de la incidencia económica del Deporte que también se abordó, es la estimación del impacto económico de los eventos deportivos que se celebraron en Andalucía entre los años 1997 y 2002. En total fueron 8, siendo los más importantes el Mundial de Atletismo de Sevilla en 1999, la Ryder Cup de 1997 en Valderrama (Cádiz) y el campeonato del Mundo de Fórmula 1 en Jerez (Cádiz) en 1997.
Como ya he comentado, existía una falta de armonización metodológica en la evaluación de los impactos económicos de los eventos deportivos. En estos estudios se solían calcular tres tipos de impactos, todos medidos sobre la producción: Impacto directo, Impactos indirectos e Impactos totales. Los impactos sobre la producción regional constituyen conceptos que encierra ciertas ambigüedades para los no expertos. Y cuando se suman los impactos directos y los indirectos sobre la producción, para obtener los impactos totales, se incurre en duplicidades. En nuestra opinión, la forma menos ambigua de expresar los efectos económicos de un evento deportivo es mediante el impacto sobre las rentas percibidas por los residentes, a través de los salarios y de los beneficios correspondientes a los aumentos, tanto directos como indirectos, de la producción regional provocados por el evento. Esta cifra recoge, por decirlo de forma coloquial, el dinero que, como consecuencia del evento, va a parar al bolsillo de los residentes. Por ejemplo, para la Ryder Cup, el impacto directo sobre la producción, deducidos el IVA y las importaciones, fue de 51,1 millones de euros, mientras que el impacto sobre la renta supuso 27,5 millones de euros, poco más de la mitad. Es un impacto cuya cifra es menor, pero tiene un significado muy claro.
  • El caso de las estadísticas sociales. En esta tercer área de interés hay que resaltar que el ODA llevó a cabo diversas encuestas periódicas, tales como la Encuesta de Hábitos Deportivos de la Población Mayor de 16 años, la Encuesta sobre Hábitos Deportivos de la Población en Edad Escolar, junto a otras, tales como la Encuesta sobre el Deporte en los Centros de Trabajo, el Deporte en la Universidad o el Deporte de Alto Rendimiento.
De la primera, sobre los hábitos deportivos de la población, existían precedentes publicados por el Consejo Superior de Deporte, por lo que seguimos una metodología similar para facilitar las comparaciones entre los resultados andaluces y los nacionales. El área de indicadores sociales del Deporte del ODA, estaba coordinada por Antonio Fernández Morales, profesor de esta Facultad, quien hizo una magnífica labor de coordinación de los equipos que realizaron los trabajos de campo y de los que explotaron las encuestas. Los resultados se publicaron por la Consejería de Turismo y Deporte en diversas monografías y también fueron expuestos en algunos Congresos. Para terminar, permítanme poner de manifiesto, a modo de resumen o conclusiones, algunas reflexiones que seguramente deben seguir teniendo vigencia.
  1. La incidencia económica del deporte se puede y debe evaluar tratándolo como un sector económico, es decir, como una industria de bienes y servicios deportivos.
  2. La evaluación de la incidencia económica del deporte también debe realizarse teniendo en cuenta su sinergia con la educación, la sanidad y el turismo, este último de gran relevancia en el desarrollo local.
  3. La justificación del apoyo institucional y económico al sector deportivo no debe basarse, en muchos casos, exclusivamente en la importancia económica de este sector, sino que debe tener en cuenta los efectos externos sobre la salud, la integración social, el espíritu comunitario, etc., aspectos que son difícilmente evaluables en términos estrictamente económicos. En este caso conviene adoptar un enfoque interdisciplinar.
  4. La argumentación social para apoyar el deporte es generalmente fácil de transmitir, a veces incluso puede ser de carácter cualitativo, pero la argumentación económica debe expresarse en términos cuantitativos.
  5. Los argumentos cuantitativos precisan de datos y la recolección y tratamiento de los datos presentan costes significativos junto a dificultades metodológicas.
  6. Debido a estas dificultades, los intentos de medida de la incidencia económica del deporte realizados, tanto en Europa como en América, adolecen de falta de armonización metodológica, así como de continuidad en el tiempo.
De todo lo anterior se infiere la importancia que tiene el que se promuevan foros internacionales como el presente, donde los expertos expongan y discutan sus ideas sobre la forma de medir la incidencia económica y social del deporte. Foros como este deben también influir en la opinión pública y en las instituciones, a fin de crear conciencia en toda la sociedad de que el deporte no es solo un aspecto importante de la política cultural y social, sino una industria cuyo peso continúa creciendo por su sinergia con la educación, la salud, el turismo y otras actividades relacionadas con el tiempo libre. Muchas gracias de nuevo y buena suerte en el futuro tanto de la Sociedad Española de Economía del Deporte como de este Congreso Iberoamericano de Economía del Deporte. José María Otero Moreno
 

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