DEPORTE, DERECHOS HUMANOS y ODS: PRESENTE Y, SOBRE TODO, FUTURO
02/12/2024 Opinión
Pocas actividades hay en nuestra sociedad tan poliédricas como el deporte y ninguna de ellas con tanto potencial para ayudar a construir un futuro colectivo mejor. En este sentido basta recordar las palabras de la Vicesecretaria General de las Naciones Unidas, Amina Mohamed, con motivo de la presentación del Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz cuando afirmó que “el deporte tiene el poder de alinear nuestra pasión, energía y entusiasmo en torno a una causa colectiva” (Naciones Unidas, 2024).
Por tanto, hablar de deporte es hablar de salud, de economía, de educación, … pero también lo es hablar de derechos humanos (DD.HH.). No en vano, deporte y DD.HH. se sustentan en los mismos valores al promover la justicia, la no discriminación, el respeto o la igualdad de oportunidades. Y esto no es algo nuevo, puesto que ya a finales del siglo XIX el barón Pierre de Coubertin visionó como nadie que se puede llegar a millones de personas, especialmente los más jóvenes, a través de iniciativas deportivas de empoderamiento e inclusión. Un fomento del cambio social plasmado en los valores olímpicos de excelencia, amistad y respeto que se recogen por el Comité Olímpico Internacional (2018).
Pero si hay que nombrar a algún precursor (y visionario) del papel clave del deporte para unir a personas es a Nelson Mandela quien, con motivo del inolvidable Campeonato del Mundo de Rugby de Sudáfrica de 1995, proclamó que el deporte “es más poderoso que los gobiernos a la hora de romper barreras raciales” (García Martinez, 2024). Sus palabras, gestos y actos durante toda su vida, especialmente cuando estuvo al frente de su país, sirvieron para evidenciar cómo crear esperanza a través de la actividad deportiva allí donde una vez sólo hubo desesperación.
Imagen. Copa del Mundo de Rugby Sudáfrica. Año 1995
Fuente: https://www.rtve.es/noticias/20131210/sueno-ovalado-nelson-mandela/815381.shtml
En la actualidad, Coubertain y Mandela están más presentes que nunca y el deporte se vislumbra como una herramienta fundamental de lucha por los derechos humanos. La Agenda 2030 de las Naciones Unidas trabaja con los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) donde, nuevamente, el deporte tiene mucho que decir. En concreto, de los 17 ODS cabría mencionar seis de ellos en que su contribución es muy destacable: los ODS número 3, 4, 5, 8, 11 y 16.
El primero es el ODS 3 (salud y bienestar), íntimamente ligado con uno de los beneficios tradicionales del deporte para las personas. En concreto, como recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021) una actividad física regular ayuda a prevenir problemas de salud aliviando el estrés, mejorando la calidad del sueño o ayudando a controlar el peso corporal. Y no terminan aquí sus beneficios porque cada vez se hace más hincapié en las repercusiones para la salud mental al reducir el riesgo de depresión o mitigar la ansiedad. Si a ello se le une que constituye la mejor “medicina” para reducir una de las epidemias del siglo XXI, el sedentarismo, se justifica por sí solo el papel relevante del deporte en los ODS.
El ODS 4 (educación de calidad) engarza con otra de las dimensiones tradicionales del deporte que es su capacidad formativa. Tanto en la educación formal como en la informal los beneficios en términos de movilidad socioeconómica como instrumento para salir de la pobreza hacen que la educación física deba estar presente en todos los centros escolares ayudando a los estudiantes a mejorar habilidades como la concentración, la socialización o el liderazgo. Además, como señala acertadamente las propias Naciones Unidas por medio de la práctica deportiva se fortalecen “competencias psicomotrices, que pueden influir positivamente en el desarrollo mental y físico de los estudiantes” (Naciones Unidas, 2023).
La igualdad de género y el empoderamiento de mujeres y niñas (ODS 5) tiene también en el deporte a uno de sus mejores aliados. Ninguna otra actividad como la actividad física y deportiva (especialmente visualizado en determinadas competiciones y eventos) para romper estereotipos y reducir la discriminación. Sin lugar a dudas, entre las personas precursoras hay que mencionar a Kathrine Switzer quien cambió de forma radical la situación de las mujeres en el deporte al ser la primera mujer que corrió “oficialmente” un maratón que hasta la fecha era exclusivo para hombres, el de Boston. Fue en el año 1967 y con ese gesto (cuyas fotos y vídeos aún se siguen usando como reclamo) rompió un techo de cristal avanzando decididamente hacia la igualdad entre mujeres y hombres.
Imagen. Maratón Boston. Año 1967
Fuente: https://kathrineswitzer.com/1967-boston-marathon-the-real-story/
El ODS 8 está dedicado a la promoción del crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos. Se trata éste de un objetivo muy ambicioso y extenso donde la industria deportiva tiene un papel relevante que jugar. Las perspectivas de empleo en ámbitos tales como los derechos de retransmisiones deportivas, el marketing o patrocinio, la fabricación de ropa deportiva o la gestión de eventos lo sitúan en niveles de referencia. De hecho, las previsiones de crecimiento en estos sectores llevó a que, en 2018, las propias Naciones Unidas aprobaran una resolución titulada “El deporte como facilitador del desarrollo sostenible” instando a la comunidad internacional a aprovechar la función del deporte y la actividad física consolidando estrategias intersectoriales para el desarrollo y la paz y programas internacionales, regionales y nacionales para el desarrollo sostenible en los que el deporte jugase, nuevamente, un papel relevante (Naciones Unidas, 2018).
Pese a ser menos conocido y difundido, el ODS 11, relativo al desarrollo de ciudades y asentamientos humanos inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles está llamado a jugar un papel muy relevante en el futuro más inmediato de nuestra sociedad. Y es que, si nuestros lugares de residencia están dotados de infraestructuras deportivas y, además, éstas son asequibles y accesibles se estará consiguiendo un doble objetivo. En primer lugar, se aumentará la igualdad de oportunidades para los residentes en la zona al tiempo que, de manera simultánea, se mejorará la cohesión social. Por tanto, las denominadas “ciudades activas” ya forman parte de la Agenda Urbana (Ministerio de Derechos Sociales, 2020) siendo una necesidad para los diferentes territorios la incorporación de prácticas deportivas en sus diferentes estrategias de desarrollo sostenible.
El último de los ODS a destacar en la esfera deportiva es el referido a la promoción de sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible (ODS 16). Un objetivo marcadamente institucional que procura facilitar el acceso a la justicia, creando instituciones eficaces, responsables e inclusivas. En definitiva, lo que está remitiendo es a algo que no es nuevo al hablar de deporte como es la “diplomacia deportiva” a través de la cual se promueven sociedades pacíficas y se genera respeto y entendimiento. Se está hablando así de establecer plataformas de diálogo que permitan abordar cuestiones tales como el abuso, la violencia o la explotación utilizando las capacidades de los deportistas y los eventos en los que participan. Los Juegos Olímpicos son el mejor exponente de estas iniciativas y las conocidas como treguas olímpicas se han mostrado a lo largo de la historia como herramientas muy eficaces.
Y ante este horizonte surgen importantes desafíos a los que enfrentarse y que son importantes mencionar para que la potencia del deporte como herramienta para la consecución de los ODS alcance su máxima plenitud. En primer lugar, hay que prestar atención a los hechos relacionados con el racismo y xenofobia que se están produciendo (sobre todo en determinados acontecimientos). Íntimamente ligado con este primer punto sobrevienen los problemas de violencia y seguridad que pueden empañar y dar al traste con los propósitos comentados. Una tercera cuestión se centra en la brecha femenina aún existente en ámbitos tales como participación, repercusión mediática o relevancia económica. Y, finalmente, hay que mencionar la que es principal amenaza para el futuro del deporte profesional que es el dopaje en cuanto supone una alteración de los fundamentos principales de la actividad deportiva basada en la justicia en la competición.
En resumen, hablar de deporte es hablar de una herramienta sin parangón para trabajar en aras de los derechos humanos. Esto ha sido así siempre, pero lo es mucho más hoy en día como se muestra con su aplicación concreta en el ámbito de los ODS. En la medida que se diseñen, planifiquen y ejecuten estrategias deportivas se estará avanzando en la buena dirección para conseguir una sociedad más justa, más equitativa y, sobre todo, con más futuro. Está en nuestra mano el poder conseguirlo, especialmente, en las personas que hacen del deporte su forma de vida.
Patricio Sánchez – Universidade de Vigo
Referencias:
Comité Olímpico Internacional (2018). Los fundamentos de la educación en valores olímpicos Un programa basado en el deporte. https://stillmed.olympics.com/media/Document%20Library/OlympicOrg/IOC/What-We-Do/Promote-Olympism/Olympic-Values-Education-Programme/Toolkit/The-Fundamentals/Spanish.pdf
García Martinez, D. (2024). Sudáfrica 1995: el ‘ensayo’ que usó Mandela para ganar al racismo. https://www.palco23.com/entorno/nelson-mandela-el-hombre-que-uso-un-touch-down-para-ganar-al-racismo
Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 (2020). Guía para la localización de la Agenda 2030. https://www.mdsocialesa2030.gob.es/agenda2030/documentos/guialoc-castellano-accesible.pdf
Naciones Unidas (2018). El deporte como facilitador del desarrollo sostenible. https://documents.un.org/doc/undoc/gen/n18/405/45/pdf/n1840545.pdf
Naciones Unidas (2023). El deporte en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) https://deportedesarrolloypaz.org/el-deporte-en-la-consecucion-de-los-objetivos-de-desarrollo-sostenible-ods/
Naciones Unidas (2024). Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz. https://www.un.org/es/observances/sport-day
Organización Mundial de la Salud. (2021). Directrices de la OMS sobre actividad física y comportamientos sedentarios. Organización Mundial de la Salud. https://iris.who.int/handle/10665/349729
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