¿Cómo mejorar la gobernanza de las federaciones deportivas?
02/01/2025 Opinión
Las elecciones a presidencia de la Federación Española de Fútbol han hecho correr ríos de tinta en los medios de comunicación durante los últimos meses. Incluso personajes muy conocidos mostraron su interés por competir por el cargo. Pero a pesar de todo el revuelo mediático y los más de un millón de federados con los que cuenta la RFEF, solo un puñado de personas tenían entre sus manos la posibilidad de elegir al presidente, los ciento cuarenta miembros de la Asamblea General de la Federación. Esos miembros son elegidos por los federados, excepto los miembros natos como los presidentes de las federaciones territoriales.
Más de cincuenta asambleístas son elegidos por los clubes de fútbol, la mayoría no profesionales. Una treintena de asambleístas son elegidos por los futbolistas, siendo también mayoría los aficionados. El resto de los asambleístas son elegidos por entrenadores y árbitros. Cuando todos estos asambleístas son elegidos no deben indicar a quien votarán como presidente, por lo que reciben un “cheque en blanco” y sus votantes los votan ignorando cuales van a ser sus decisiones.
Dada la importancia de los presidentes territoriales para la elección del presidente de la federación, tanto por su voto directo como por su influencia en la elección de los clubes y estamentos de aficionados, no cabe duda de que es necesario ganarse su favor. ¿Y cuál es la forma más convincente? ¿Un debate público sobre la gestión de la federación? No, comprándolos. Así, Luis Rubiales asignó un sueldo a cargo de la federación española a todos los presidentes de las territoriales cuatro días antes de su reelección. Algo perfectamente legal y un ejemplo que haría las delicias de cualquier interesado en la Teoría de la Elección Pública.
Aunque los problemas de la federación de fútbol son los que generan más eco mediático, no se trata ni mucho menos de un caso aislado. Se hallaron casos de corrupción en las federaciones de baloncesto, tenis, tiro olímpico, vela, … ¡Hasta una federación de colombicultura fue investigada!
La gravedad de esta corrupción reside en que las federaciones deportivas, a pesar de ser asociaciones privadas, financian la mitad de sus presupuestos con fondos públicos. También porque desarrollan funciones públicas delegadas que hacen que de facto dispongan del monopolio para regular determinadas actividades deportivas. De esta manera, no existen diferentes federaciones de fútbol entre las que los deportistas puedan elegir adherirse. Esto lleva que la disciplina del mercado que obliga a las empresas a ser eficientes en atender las necesidades de sus clientes a riesgo de desaparecer no pueda aplicarse, solo nos queda la regulación para mejorar su gestión.
Los objetivos de las federaciones se pueden resumir en dos. Un primer objetivo enfocado a la promoción de la práctica deportiva, cada una en su disciplina. Otro objetivo está relacionado con el desarrollo del deporte de elite, dado que las federaciones son las encargadas de gestionar las selecciones que compiten en las competiciones internacionales. Las federaciones tienen que lograr ambos objetivos con un equilibrio financiero que no ponga en peligro la sostenibilidad de la organización.
Sánchez-Fernández et al. (2023) analizaron el desempeño de las diversas federaciones en cada uno de esos objetivos apreciando importantes diferencias entre ellas. O lo que es lo mismo, enormes posibilidades en la mejora de la mayoría de ellas. Algunos de los resultados se pueden comprobar en la figura 1.
Figura 1: Indicadores de Gestión de algunas Federaciones Deportivas Españolas
Fuente: Sánchez-Fernández et al. (2023)
La federación de fútbol es la que cuenta con una mayor presencia entre los deportistas, pero eso no implica que sea la más solvente. Federaciones de deportes con una mucha menor participación logran una gestión financiera más eficiente como el caso del golf o el taekwondo. Tampoco se aprecia relación entre la difusión del deporte y el éxito de sus selecciones internacionales, como el caso de la federación de piragüismo y la de atletismo. Tales diferencias muestran que existen gestiones más eficientes en unas federaciones que en otras. Sánchez-Fernández et al. (2022) comprobaron en una investigación previa que la sostenibilidad financiera de las federaciones no dependía ni de su éxito en las competiciones internacionales ni de su número de federados. Por tanto, la capacidad y diligencia de los gestores resulta fundamental para una correcta gestión económica.
Una mayor profesionalización en las federaciones deportivas puede ser una importante herramienta para mejorar la gestión. Pero es necesario evitar que esa profesionalización derive en unos mayores recursos capturados por los dirigentes de las federaciones. Las federaciones precisan de una estructura permanente más allá de los cambios ligados a los cambios directivos por las elecciones. Incluso se podría plantear si los empleados de federaciones deportivas no deberían ser asimilados a funcionarios públicos, un régimen similar al que tenían los empleados de las cámaras de comercio antes de las reformas de las últimas décadas.
Esa profesionalización no solo puede mejorar la gestión, sino también mejorar el control económico. La figura de un interventor que sea independiente de los directivos podría aportar un refrendo necesario en las contrataciones de las federaciones, de manera similar a la administración pública.
Un cambio en la normativa de elección de los presidentes de las federaciones también sería necesario para reducir el grado de clientelismo que sufren. Un ejemplo podría ser la reforma que supuso la Ley Orgánica de Universidades (LOU) de 2001 en la elección de los rectores. Previamente los rectores eran elegidos de manera indirecta como los presidentes de federaciones deportivas. Profesores, personal administrativo y estudiantes votaban a sus representantes que después eran los encargados de elegir al rector. Así, el interés de los candidatos a rector era congraciarse con esos representantes.
La LOU hizo que los miembros de la comunidad universitaria eligieran directamente al recto con voto ponderado. De esta manera, el voto de los profesores pondera de manera equivalente al número de representantes con lo que contaban antes de la reforma legal. Lo mismo ocurría con el resto de los colectivos (estudiantes, PAS, …) que seguían manteniendo un peso porcentual en la elección del rector similar, pero mediante el voto directo. Replicado a las elecciones de las federaciones, los clubes, deportistas, árbitros y entrenadores podrían votar directamente al presidente con una ponderación y así evitar la presencia de intermediarios que incentivan la aparición de clientelismo.
Luis Carlos Sánchez
Universidad de Oviedo
Referencias:
Sanchez-Fernandez, P., Sanchez, L. C., & Barajas, A. (2023). Las federaciones deportivas españolas: una evaluación multivariante de su gestión. Cuadernos económicos de ICE, (106), 81-99.
Sánchez-Fernández, P., Sánchez, L. C., & Barajas, A. (2022). Evaluating the performance of Spanish sport federations: A multiple goal approach. In Sport in the Iberian Peninsula (pp. 245-256). Routledge.
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